sábado, 19 de septiembre de 2015

 CERRAMOS EL PRIMER CICLO:
RETRATOS DE UN BARRIO

La apuesta por imaginar una ciudad nueva ha dado sus primero frutos en el Poblado. 40 niños se dieron cita en las calles del barrio para fotografiar lo que consideran son sus formas cotidianas de convivencia y durante cuatro semanas intentaron retratar desde su mirada los movimientos de su contexto. Nos dimos cuenta que el barrio se agita a un ritmo vertiginoso y congelarlo en una imagen no es sencillo, pero los niños lo lograron. Era sorprendente las preguntas que detonaban las fotografías y la aproximación a aquellos elementos que dejaban al descubierto los deseos de los niños, los detalles que más les afectan y al tiempo los que disfrutan de su barrio. La fotografía fue un pretexto, la cámara un juguete, lo realmente importante fue indagar  en la cotidianidad de la vida de un barrio popular como el poblado, a partir de las caminatas, y las reflexiones que se abrían cuando algo quería mostrarse. Muchas ideas surgieron, muchos miedos también se evidenciaron. Los momentos más importantes los compartiremos en la exposición a finales de noviembre, donde los niños imaginan su ciudad.  

martes, 8 de septiembre de 2015

LA CALLE ES NUESTRA
En defensa de la Alegría

Hay en el ambiente un olor festivo. Los niños en la calle pululan y se agitan corriendo de esquina a esquina, como las mariposas aletean abundantes en los bosques, indicando con sus  revoloteos la buena calidad y equilibrio que se vive en su diversidad. Estos niños saben que cerramos la calle, porque el pavimento se convierte en el parque más grande y barato, la biblioteca más encantadora, el lugar para ser libre y aprender. Nosotros en la calle, defendemos la alegría como manda el poeta, “del escándalo y la rutina, de la miseria y los miserables, de las ausencias transitorias y definitivas” ¿No son acaso los niños sonriendo, pintando, saltando y jugando libremente como las mariposas, un indicador de buena calidad de calle, sin fronteras, sin delimitaciones, anunciando a los adultos que es posible hablar de equilibrio y de paz?

Desde hace varios años empezamos a creer en la idea de devolver la ciudad a los niños y hacerla más agradable para ellos. Entonces, emprendimos la tarea desde nuestro barrio; Realmente no fue difícil convencerlos, allí empezamos a aplicar el principio de equidad y participación para quitar la idea de que los niños solo son individuos que reciben y no aportan. Grabamos sus pensamientos, en textos y pinturas e imaginamos una nueva ciudad con ellos,  empezamos a construir por lo menos desde las ideas, haciéndolas escuchar a los adultos de la comunidad lo que  los niños tenían para decir sobre su cuadra y su comuna, y vamos progresando, solo nos falta hablar con los alcaldes y arquitectos, confiados seguramente que como ellos también fueron niños entenderán e interpretaran de buena forma los aportes que los pequeños han hecho.

El detonante

La comuna 13 en el oriente Cali hace parte del mal llamado Distrito de Aguablanca, una zona con una inmensa riqueza cultural que vibra por la alegría de sus habitantes  pero que evidencia también unas profundas desigualdades sociales, producto del desplazamiento forzado y el desequilibrio en el ejercicio político y económico de las administraciones estatales. Algunos se han atrevido a calificarlo como la otra Cali, que inicia después de la Autopista Simón Bolívar y tiene otras lógicas de ciudad.  La lucha por resignificar la idea del Distrito es una tarea que muchas personas comprometidas han emprendido con diversas acciones que permitan mostrar la otra cara de este sector. Y aquí entramos nosotros, a replantear el significado que para nuestros jóvenes y posiblemente por herencia recibirán también nuestros niños sobre la calle, una madre que ha parido a sus hijos pero como Neptuno también se los ha comido.

Colombia y su inmensa sabiduría popular consagra a la calle como la madre de todos los vicios y las desgracias. La aparente libertad que ofrece es entendida moralmente como el despliegue de la desvergüenza y el impudor, y de allí resultan apelativos despectivos y marginales como “niños de la calle” o “mujeres de la calle”, que refieren la desventura de algunos individuos que han sido víctimas de las aparentes libertades que ofrece la misma. En pocas palabras, resulta siendo un espacio de excesos y descontrol, que lleva a sus hijos a la forma más degradante, hasta cometer actos impropios que caminan en contravía  de la moral y la vida misma. Sin embargo, la calle  sigue siendo solo un espacio y en medio de aquella libertad se encuentran las soledades de quienes la frecuentan.

Curiosamente hemos descubierto que el miedo que se tiene a la calle es simplemente producto de la mirada indiferente sobre las dificultades que pesa sobre ella. Nuestro indicador más confiable, es a su vez una idea romántica que hemos sabido mantener y defender: si hay niños jugando en la calle, esa calle es de fiar; pero no niños solos, los niños acompañados de sus familias y otros actores sociales que confluyen en un tejido comunitario que permite reclamar al unísono con más fuerza ese espacio de integración y entonces así “La Calle es Nuestra”  

La consigna del programa puede resultar conflictiva por el modo arbitrario que emplea,  en el que resulta de modo aparente una apropiación del espacio que en esencia se constituye como público. Sin embargo, en este caso, hablar de apropiación de la calle supone una forma de resistencia colectiva, en el que los niños acompañados de sus familias hacen uso del lugar, sin territorializarlo, y mucho menos privatizarlo.  En primer lugar porque iría en contra de la dinámica del trabajo que nos hemos propuesto, que apela a una construcción comunitaria donde se reivindique el espacio de la calle como un escenario de transformación social en el que cabemos  sin necesidad de fronteras, y en el que la apropiación resulte como una manifestación de ciudadanía activa que convoque a la acción transformadora de las realidades que afectan negativamente la comunidad.

No se trata entonces de una acción obligada ni represiva, es necesario que el proceso se inicie bajo la iniciativa de ciudadanos conscientes de su realidad, que manifiesten una inconformidad con la misma y una intención de transformarla,  pues en últimas son las fuerzas en conjunto las que permiten apropiarse de las calles y generar cambios. En este camino hemos encontrado el entusiasmo de los estudiantes, la solidaridad de las  madres y los padres de familia,  que se involucran en la tarea de volver más segura y tranquila la ciudad para los niños, sin necesidad de contar con sistemas cerrados de seguridad y televisión.

La pregunta que puede surgir de todo este proceso es ¿a quién le reclamamos la calle? Y de inmediato sellamos una respuesta clara y contundente: le reclamamos la calle a los indiferentes que caminan por ella, quienes se han acostumbrado a las prácticas de violencia, propagando a su vez el estigma que pesa en contra nuestra comunidad. Le reclamamos la calle a los grupos violentos que en medio de sus ajustes han dejado tantas vidas tendidas en el pavimento. Le reclamamos la calle a los que creen que es más importante un carro o una moto que la alegría de correr, divertirse y aprender.

Coda

Hoy sábado es el espacio de encuentro y construcción,  cerramos la calle para apropiarnos de ella y en un acto simbólico le decimos a cuantos pasan “la calle es nuestra”,  siguiendo los postulados del Pedagogo italiano Francesco Tonnuci gritamos  “la calle es de los niños”,  “no siga si un niño no lo autoriza” y prevenimos a quienes pasan descuidados: “peligro obra artística en la vía”   “maneje despacio pequeños artistas trabajando y construyendo ideas”. Así es como, estas cuadras de nuestro barrio se convierten en zonas de juego, diversión y  aprendizajes, donde reunirse para ver una película nos sirve de pretexto para entablar un diálogo sincero y reflexivo sobre la solidaridad o el perdón, valores tan necesario para lograr el equilibrio y la paz que deseamos; o hacer una pintura en caballetes y tomar fotografías para explorar la realidad y transformarla; o participar de una obra de teatro que arroje  plantea posibles soluciones para resolver conflictos de manera creativa entre vecinos.  La calle para nosotros es literalmente la nueva escuela y se ha convertido en el instrumento para defender la alegría, seguros que al cumplir nuestra tarea lograremos que  los individuos puedan integrarse y pasar por encima de sus diferencias.
  

sábado, 9 de mayo de 2015

4TA JORNADA FÚTBOL, GOLES Y GIRASOLES

TEMA: JUEGO LIMPIO-CALLE LIMPIA

 

En esta cuarta jornada tratamos el tema de reducción, reutilización, reciclaje y separación de residuos sólidos.
Utilizamos el fútbol como una excusa: aprendemos, creamos y jugamos.

Gracias a nuestro invitadi del día Juan Carlos Ortíz porcompartir tus conocimientos.

















sábado, 25 de abril de 2015

DÍA DEL(A) NIÑO(A)


 
Celebración del Día del(a) Niño(a) en Fundación Alfombra Mágica junto con nuestros amigos de Horda Combativa, nos tomamos la calle haciéndola un gran parque en el que lxs niñxs  disfrutaron muchísimo con una tarde de juegos tradicionales y noche de cine a la calle.

 


 

 


sábado, 18 de abril de 2015



 2DA JORNADA FÚTBOL, GOLES Y GIRASOLES

TEMA: ACUERDO PICO-PALA


Contunúa la fiebre del fútbol en el barrio, en esta jornada realizamos los acuerdos que nos regirán en las próxima jornadas.
A continuación algunas fotografías que corresponden a la segunda jornada del proyecto que elevó los ánimos de los niños y sus familias.
 

















 



sábado, 28 de marzo de 2015

PROYECTO FÚTBOL, GOLES Y GIRASOLES



Hoy 28 de Marzo arranca el Proyecto Fútbol, Goles y Girasoles, un proyecto que iniciamos en compañía de la barra Horda Combativa que sigue el fútbol del equipo Deportivo Cali; en este proyecto trabajaremos con jóvenes amantes del fútbol, utilizaremos esa pasión como una excusa y el arte como una forma de expresión para tratar temas que también nos competen como ciudadanos, temas de convivencia, conciencia social y ambiental.



                                    
Fundación Alfombra Mágica                                     Horda Combativa